sábado, 7 de octubre de 2017

BATLLE PLANAS en GALERIA VERMEER






Quizás Batlle Planas haya sido el primer surrealista argentino. 

Su modo, su modalidad expresiva, el aunar el intelecto con la imaginación, lo ubican en ese acierto tan afín a la época, "el Surrealismo está en el aire", decía Bretón. No obstante, el observador advertido preferentemente lo ubica como un neorromántico, por ese hecho poético de ajustada melancolía que emana de un espíritu evasivo. Esa característica de rehuir la realidad quizás porque la misma no satisface. 

Hurgó en la subconsciencia, en los brotes indefinidos e imprecisos de todos los bordes del pensamiento espiritual, y lo hizo con todas las facultades y precisiones de un oficio acabado y misterioso, como aterciopelando esencias, graduando substancias y acompañando presencias. 

Su elección de profundizar los espacios para armonizar con sus horizontes intuidos, le han posibilitado la concreción de territorios, lugares, donde atemporales personajes pudiesen convivir originales en esos ámbitos espectrales. 

Ser testigos visuales de sus realizaciones permite un paseo enriquecedor por sus zonas cultas, informadas de historia del arte, pero aún más por zonas viscerales, las del buceador de almas que resultó ser. 

Desde sus "Radiografías Paranoicas" hasta sus últimas obras pudieron existir perceptibles o imperceptibles diferencias, pero su hoja de ruta estuvo ligada a la población de "Noicas" y "Profetas", y otros personajes de su mundo inquietante. 




Artistas como Juan Batlle Planas tienen el poder de conquistar esencias, por lo tanto su alcance fue iluminarlas con una refinada técnica y la musicalidad de su mensaje. Destacados artistas argentinos fueron orientados por sus explicaciones sobre las técnicas del Automatismo y la relación que la práctica de esas pulsiones psíquicas podría determinar en su obra. 

Enrique Scheinsohn y Juan Pablo Goycochea deciden esta suerte de exposición- homenaje al maestro para renovar el entusiasmo por su presencia en las galerías porteñas. 

Juan Batlle Planas había nacido en 1911 en Torroella de Mongrí, en Barcelona, sus aproximaciones a las artes plásticas estuvieron encaminadas inicialmente por su tío, el finísimo dibujante y grabador que fue José Planas Casas. Batlle falleció en Buenos Aires en 1966, tan joven.
 
Blas Vidal








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